En mis distintos roles profesionales he aprendido que el éxito en el liderazgo va más allá de la experiencia técnica y el conocimiento de la industria. A lo largo de mi trayectoria, he descubierto que la inteligencia emocional es el factor diferenciador que separa a los líderes excepcionales de los demás.
En este capítulo les voy a contar, desde mi experiencia, cómo se relaciona la inteligencia emocional con un liderazgo eficaz. Una relación que me ha permitido crecer como ser humano y como profesional, para apoyar e impulsar el rendimiento de mis equipos de trabajo.
Liderazgo emocional
El liderazgo es la capacidad de dirigir grupos y motivar a otros hacia el logro de objetivos comunes. Esto implica la gestión de tareas, la influencia sobre la cultura y el comportamiento de un equipo. Un líder efectivo es aquel que puede articular una visión clara, gestionar los recursos de manera eficiente y adaptarse a los cambios con agilidad y visión de futuro.
La inteligencia emocional hace referencia a la capacidad de reconocer, entender y gestionar las propias emociones y las de los demás. Incluye habilidades como la empatía, la autoconciencia, la regulación emocional y la habilidad para fomentar relaciones interpersonales saludables.
En el contexto empresarial, estas habilidades son clave para ser un verdadero líder.
El papel de la inteligencia emocional para ser un líder exitoso
La inteligencia emocional es necesaria para un liderazgo efectivo. Permite a los líderes conectar con sus equipos, resolver conflictos de manera constructiva y mantener un ambiente de trabajo positivo y motivador. Como líderes, nuestra capacidad para conectar emocionalmente con nuestros equipos, manejar conflictos de manera constructiva y adaptarnos a los cambios, determina en gran medida nuestro éxito y el de nuestras empresas.
En mi agencia, por ejemplo, los martes tengo reunión con todo el equipo de Gravital Agency para hacer seguimiento a las múltiples tareas con nuestros clientes. En esta reunión empezamos contando experiencias, buenas o malas, de los últimos días y seguimos con “one word”, una palabra que describa cómo te sientes en ese momento.
Algunas veces alguien del equipo reconoce que se siente mal, que está triste, y jamás veremos eso como una debilidad, debemos agradecer el que pueda compartir lo que siente para que todos, como equipo, apoyemos a esa persona, que entienda que estamos ahí para apoyarla. Todos tenemos días difíciles que son mucho más llevaderos cuando tienes a tu gente respaldándote.
En medio de ejercicios como este, entendí que los líderes con alta inteligencia emocional son capaces de leer las situaciones con sensibilidad y responder a las necesidades emocionales de sus empleados, lo que a su vez mejora el ambiente laboral y potencia la productividad.
One on one
Ese concepto de jefe malhumorado con actitud de superioridad y soberbia tiene que erradicarse por completo. Ser CEO no me hace menos humano.
Por eso con cada integrante del equipo, abro un espacio para que hablemos, me cuenten cómo están, qué los ayudaría para seguir creciendo, entender si hay algo que no les guste, escuchar sus aportes y nuevas ideas.
Sin excusa, abro mi agenda y busco el espacio para poder darles tiempo y hablar con todos. Es una oportunidad para conocerse mejor y desarrollar confianza.
4 consejos clave para mejorar la inteligencia emocional
Desarrollar una inteligencia emocional sólida es tarea de quien busque mejorar su eficacia y la dinámica de su equipo.
Los siguientes consejos buscan mejorar tanto la comprensión de uno mismo como la capacidad de gestionar las relaciones interpersonales de manera efectiva. Al implementar estas prácticas, podemos aumentar su resonancia emocional desencadenando un impacto positivo en el entorno laboral.
1. Autoevaluación constante
Como líder es tu deber tomar tiempo para reflexionar sobre tu propio comportamiento y emociones. Identificar patrones emocionales puede ayudar a entender cómo estos influyen en el liderazgo y en tus relaciones profesionales. Al ser consciente de tus fortalezas y áreas de mejora, podrás tomar decisiones más equilibradas y auténticas.
2. Tener un feedback
El feedback o retroalimentación de todos mis colaboradores puede ofrecer perspectivas valiosas sobre cómo los demás perciben mis habilidades emocionales. Este feedback debe ser recibido con apertura y ser usado como base para mi desarrollo personal.
Ningún comentario, por más malo que parezca, debe tomarse como un ataque, al contrario, es una oportunidad para crecer, o comprender que hay algo que no está bien y trabajar en ello.


3. Priorizar la comunicación empática
Este es un consejo vital. Como líderes, la empatía es una necesidad absoluta para el crecimiento personal y profesional. La capacidad de ponerse en el lugar de los demás, de entender sus perspectivas y emociones, es lo que distingue a los líderes transaccionales de los transformadores.
Cuando lideramos con empatía, creamos un ambiente de confianza y conexión genuina con nuestro equipo. Al validar sus experiencias y sentimientos, les mostramos que su bienestar es una prioridad. Esta conexión emocional mejora la moral, la satisfacción laboral, fomenta la creatividad, la colaboración y la resolución de problemas.
La empatía, además de beneficiosa para nuestro equipo, es un catalizador para nuestro propio crecimiento. Al practicar la empatía, desarrollamos una mayor autoconciencia y comprensión de nuestras propias emociones. Aprendemos a regular nuestras reacciones, a comunicarnos de manera más efectiva y a tomar decisiones más equilibradas y compasivas.
Dicho esto, la empatía nos permite ser líderes más adaptativos y receptivos. Al estar sintonizados con las necesidades y desafíos de nuestro equipo, podemos ajustar nuestro enfoque de liderazgo para brindar el apoyo y la orientación adecuados en cada situación. Esta flexibilidad y sensibilidad son característicos del bienestar personal y laboral.
4. Capacitación y desarrollo continuo
El aprendizaje de la inteligencia emocional es tarea diaria. Busca oportunidades de capacitación, como talleres o programas de coaching, que te brinden herramientas para mejorar tu autoconciencia y regulación emocional. Al modelar un compromiso con el crecimiento personal, inspirarás a tu equipo a hacer lo mismo.
El impacto de la inteligencia emocional
La inteligencia emocional no es un complemento opcional al conjunto de habilidades de un líder, es una parte integral del liderazgo efectivo. Los líderes que se esfuerzan por desarrollar y mejorar su inteligencia emocional pueden esperar alcanzar sus objetivos con mayor eficacia y crear un ambiente de trabajo más armonioso y productivo.
No olvides el valor de la empatía. Deja que sea tu brújula en un viaje de crecimiento y descubre el impacto transformador que puede tener en tu liderazgo y en todos los aspectos de tu vida.
Dicho esto, ¿qué estás haciendo para ser el apoyo integral de tu equipo?