Como les he contado varias veces, ser emprendedor, empresario e inversor, requiere saber adaptarse a los cambios. Soy testigo de cómo las dinámicas laborales han evolucionado y cómo quienes no se adaptan se pierden en el camino. La tecnología, por ejemplo, ha cambiado nuestra forma de trabajar, y hoy el trabajo remoto se ha convertido en una constante para muchas empresas.

Tengo la fortuna de trabajar con talento de países como Colombia, España, Argentina, Estados Unidos y, por supuesto, mi Puerto Rico. Una diversidad enriquecedora, aunque desafiante. Debo entender los cambios culturales, ser cercano, pese a la distancia física, y apoyarlos. Eso incluye hacer seguimiento a su estado físico y mental.

Aunque ahora es mucho más común esa figura de trabajo remoto, el proceso de transición ha dejado un poco de lado la importancia de una buena salud mental en los equipos de trabajo. Hoy quiero compartir mis reflexiones sobre los beneficios y desafíos psicológicos del trabajo remoto, y cómo podemos mantener un equilibrio saludable.

Los beneficios psicológicos del trabajo remoto

Uno de los mayores beneficios del trabajo remoto es la flexibilidad que ofrece. La capacidad de organizar nuestro propio horario es una ventaja arrolladora, permite balancear mejor nuestras responsabilidades profesionales y personales. Este control sobre nuestro tiempo reduce significativamente los niveles de estrés y mejora el bienestar general.

Además, trabajar desde casa elimina el estrés asociado con los desplazamientos diarios. La pérdida de tiempo y la frustración del tráfico son cosas del pasado, lo que nos permite comenzar el día con una mentalidad más relajada, enfocada y productiva. Esta eliminación de factores estresantes externos contribuye a un estado mental más estable.

Otro aspecto positivo es el aumento de la productividad. En un entorno de trabajo remoto, muchos encuentran que es más fácil concentrarse sin las distracciones típicas de una oficina. La posibilidad de personalizar nuestro espacio de trabajo según nuestras necesidades personales nos ayuda a mantener altos niveles de eficiencia y motivación.

El simple hecho de trabajar desde un espacio adaptado según nuestros gustos y necesidades, motiva mucho más que estar en un cubículo diminuto rodeado de ruido y movimiento que eventualmente distrae.

Los desafíos psicológicos del trabajo remoto

Aun con sus beneficios, el trabajo remoto también trae consigo una serie de desafíos psicológicos que no podemos ignorar.

Uno de los principales problemas es la sensación de aislamiento. La falta de interacción cara a cara con colegas puede llevar a sentimientos de soledad y desconexión. Los trabajadores remotos a menudo experimentan momentos en los que la ausencia de contacto humano directo afecta su estado de ánimo y motivación.

La línea entre el trabajo y la vida personal puede volverse borrosa. Trabajar en el mismo espacio donde se vive puede hacer que sea difícil «desconectar» al final del día. Esta falta de separación clara puede llevar a una sobrecarga de trabajo y, eventualmente, al burnout. Hay que ser muy disciplinado para establecer límites y asegurarse de tomar descansos adecuados.

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Otro desafío significativo es la auto-disciplina. Sin la estructura de una oficina tradicional, puede ser tentador distraerse con tareas domésticas o entretenimiento. La autodisciplina y la gestión del tiempo se convierten en habilidades críticas para mantener la productividad y evitar el estrés acumulado por la procrastinación.

Estrategias para mantener un equilibrio saludable

Para enfrentar estos desafíos, he desarrollado varias estrategias que me han ayudado a mantener un equilibrio saludable mientras trabajo de forma remota.

1. Establecer una rutina diaria

Es extremadamente importante establecer una rutina diaria. Mantener un horario consistente ayuda a separar el tiempo de trabajo del tiempo personal. Levantarse a la misma hora, vestirse como si fuera a la oficina, y tener horarios de inicio y fin de trabajo claros son prácticas que han sido fundamentales para mi equipo.

2. Mantenerse conectado

Estar en contacto regular con nuestro equipo a través de llamadas y chats nos ayuda a mitigar la sensación de aislamiento. Fomentar un entorno de trabajo colaborativo y abierto, incluso de manera virtual, es esencial para mantener el espíritu de equipo y la moral alta. Siempre fomento espacios para compartir con todos los integrantes del equipo.

3. Crear un espacio de trabajo dedicado

Tener un lugar específico en mi casa destinado únicamente para el trabajo me ha permitido crear una separación mental entre el trabajo y la vida personal. Este espacio debe ser cómodo, bien iluminado y libre de distracciones.

4. Crear un to do list

Mantener una lista de tareas pendientes y priorizar las actividades más importantes ayuda a los trabajadores remotos a gestionar el tiempo de manera más eficiente y evitar la procrastinación.

5. Pausas activas

Tomar descansos regulares durante el día es necesario para evitar la fatiga mental. Técnicas como el método Pomodoro, que consiste en trabajar durante 25 minutos y luego tomar un descanso de 5 minutos, promueven la productividad y reducen el estrés.

Cómo mantener tu salud mental cuando trabajas de forma remota

6. Establecer metas claras y realistas

Definir objetivos diarios y semanales nos ayuda a mantener el enfoque y la motivación. Asegurarse de que estas metas sean alcanzables y ajustadas a las capacidades personales es otra forma de prevenir el estrés y la frustración.

7. Realizar ejercicio físico

Incorporar actividad física en la rutina diaria es vital para la salud mental y física. Ya sea una caminata corta, una sesión de yoga o un entrenamiento más intenso, el ejercicio libera endorfinas, mejora el estado de ánimo y reduce el estrés.

8. Limitar el uso de redes sociales

Las redes sociales pueden ser divertidas, pero también pueden ser estresantes. Si queremos reducir las distracciones y ser productivos, debemos limitar el uso de redes sociales durante las horas de trabajo.

9. Practicar la atención plena (mindfulness)

Incorporar prácticas de atención plena y meditación en la rutina diaria nos ayuda a reducir la ansiedad y mejorar la concentración. Aplicaciones como Headspace o Calm pueden ser útiles para comenzar con estas prácticas.

10. ¡No temer pedir ayuda!

Si los desafíos del trabajo remoto están afectando significativamente tu salud mental, considera buscar la ayuda de un profesional de la salud mental. De la misma manera que acudes a un médico cuando tu cuerpo físico necesita atención, debes acudir a un profesional de salud mental cuando tu salud mental necesita atención.

11. Practicar la gratitud

Toma un momento cada día para reflexionar sobre las cosas por las que estás agradecido. Te garantizo que este paso puede mejorar tu bienestar emocional y proporcionarte una perspectiva positiva.

12. Desconectar de la tecnología

Al final del día laboral, es importante desconectar de las pantallas y dedicar tiempo a actividades que no involucren la tecnología, como leer un libro, practicar pasatiempo, hacer ejercicios, cocinar o dedicar tiempo de calidad a los hijos.

El trabajo remoto ha cambiado la forma en que muchos de nosotros trabajamos y vivimos. La flexibilidad y la autonomía que ofrece el trabajo remoto pueden ser increíblemente beneficiosas, siempre y cuando estemos atentos a nuestras necesidades psicológicas y establezcamos límites claros. Como empresario y defensor del bienestar, creo firmemente que con las estrategias correctas, es posible aprovechar las ventajas del trabajo remoto mientras se minimizan sus inconvenientes.

¿Ya pensaste lo que puedes cambiar?

Carlos Cobián